Te pasas la vida pensando en qué está bien o en qué está mal, creyendo que no eres la única que lo hace. Pero sales a la calle, y ves miles de cuerpos desalmados, mirada vacía, labios que esconden millones de mentiras. Te acercas a uno de ellos, y te das cuenta de que caminan por hacer algo, sin rumbo en la vida. Comienzas a saber que lo de razonar, reflexionar, no está a la altura de todos, aunque debería. Por un momento crees que lo estás haciendo mal, que es una auténtica tontería.
No hay que precipitarse haciéndolo todo correctamente, sin cometer ningún error. Es simplemente enseñarle a la sensatez a convivir con la locura.
Algo parecido al amor.
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ResponderEliminarYa se yo de que dia es eso!!!
ResponderEliminarDe todas tus entradas, la que más me gustó fué esta con diferencia!!!
La verdad es que no me daba cuenta, de que mientras yo me preocupaba por mi uña rota y keka chillaba como en un rodeo (si, de esos de los caballos y el yi,jaa) tu sufrias.
Bueno, en realidad tambien me preocuopaba porque la pedorra esa nos copio la camiseta.
Por cierto, los vi ayer. El me dio pipas mientras ella me miraba mal. Ah, y no la saludé.(porque me olvide, sin malicia)
iriaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, que esto es de otro libro que estoy escribiendo jajajajajj
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