27 oct 2011

(Busca mis sollozos en el mar...)

Tarde de otoño. Tiene la mirada perdida en algún punto de la cocina. Bebe a sorbos su taza de café, tan muerta de frío que ni su jersey verde de lana puede evitarlo. Empieza a recordar las semanas anteriores. Cada vez se siente más débil frente a sus temores. Le tiembla el labio inferior, le tiembla el corazón, los brazos, las piernas,  la cabeza... Podría tachar aquellos horribles días del calendario, pero en realidad seguirían ahí, clavándose cual espinas en los recuerdos. Lo que daría por congelarse allí mismo, perder la partida a propósito, y final feliz. Está tan confusa que  ni ella entiende la razón, hasta  lo peor del mundo le sabría a poco, y cómo le gustaría reírse de todo lo que le ocurrió en un pasado, no es absolutamente nada comparado con ahora, pero no tiene  fuerzas  (ni ganas). Un agobio constante, una punzada en el estómago, mil tres nudos en la garganta, y los ojos le arden como nunca. Se siente sola, ridícula, ajena a todo menos a su sufrimiento y a su ya-no-aguanto-más-cada-día-peor. Las lágrimas caen sobre la bebida caliente, hasta que el sabor amargo del café se vuelve un poco más salado. Como la lluvia ahogando una hoguera... y en el fondo, siente que se está apagando una llama mucho más dolorosa.


4 comentarios:

  1. Gracias por pasarte, tienes un blog genial ! Te sigo desde ya :)
    fuckitforme.blogspot.com

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  2. me encantaaaaaaa. te sigo!!! es preiocoso el blog ;)
    siquieres pasate por mi blog y si te gusta sigueme ,y siquieres deja un comentario que no custa nada, me haría mucha ilusión ;D http://fairelamourpaslaguerre.blogspot.com/

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  3. Uf, qué suerte de encontrarme con un blog como el tuyo, enserio. Creo que cada entrada es mejor que la anterior...
    Y no sabes cuánto te entiendo al hablar de esos días; días en los que preferirías desaparecer del mapa y hacerlo para siempre.
    ¡Genial!
    Te espero. Un beso, corazón <3

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  4. Pero algún día ella va a resurgir de las cenizas, y podrá encontrar felicidad a cada paso.

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